24 de septiembre de 2020
¿Qué son los alimentos funcionales?
Los alimentos funcionales son los que sus componentes resultan beneficiosos para la salud, ya sea en su estado natural o que hayan sido enriquecidos.
Durante los últimos tiempos ha habido un cambio significativo en cuanto a lo que los hábitos dietéticos se refieren. Ahora, el tema no gira nada más entorno a los alimentos que al ser ingeridos de forma excesiva pueden perjudicar la salud, para reducir la ingesta de ellos.
En la actualidad se trata de ir en búsqueda de aquellos que contengan beneficios para nuestra salud y que reduzcan la aparición de algunas enfermedades.
El concepto nace en Japón a mediados de la década de los 80, con el objetivo por parte del gobierno de garantizar una mejor calidad de vida en personas cuya edad ya era avanzada, y de reducir riesgos de contraer enfermedades.
Estos alimentos surgen debido a la necesidad de compensar el desequilibro encontrado en alimentaciones ricas en grasas saturadas y pobres en minerales, vitaminas y fibra.
Los alimentos funcionales son aquellos que son consumidos como parte de una dieta normal pero que a su vez están compuestos por ingredientes biológicamente activos beneficiosos para la salud.
Entre los alimentos que son bastante tradicionales y que poseen este tipo de componentes podemos mencionar las frutas, verduras, leche, soja, avena y pescado.
También son alimentos funcionales los que en su estado natural aportan vitaminas fibra, antioxidantes, minerales, entre otros. En resumen, los alimentos funcionales son esos que sus componentes más importantes tienen un acto beneficioso para la salud.
Cualquiera puede comenzar a incluirlos en su rutina alimenticia, y además están indicados para aquellas personas que requieren nutrición especial, como los niños, las mujeres embarazadas, los que son intolerantes a ciertos alimentos, personas con riesgos a enfermedades como osteoporosis, diabetes, gastrointestinales y por supuesto, personas mayores.
Algunos de los tipos de alimentos funcionales que han sido fortificados o enriquecidos que podemos encontrar son: las leches enriquecidas con ácido fólico que ayuda a disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, con ácido oleico ayudan a reducir la concentración de colesterol en la sangre, con calcio fortifican el desarrollo de los huesos.
Las leches al ser enriquecidas con vitamina A y D, esto logra favorecer la absorción del calcio y de la función visual (este también es el caso de los yogures enriquecidos con calcio y vitaminas A y D). Con fosforo y cinc, mejora el sistema inmunológico.
Los zumos enriquecidos con hierro conducen fácilmente el transporte de oxígeno en la sangre y llega a prevenir la aparición de anemias. Los cereales fortificados con fibra y minerales ayudan a que se reduzca el riesgo de cáncer de colon.
La sal yodada facilita la fabricación de hormonas tiroides, las cuales son muy importantes para un desarrollo físico y psíquico normal y para evitar disfunciones tiroideas.
la actualidad, el ritmo de vida que se lleva y la falta de tiempo para cocinar provocaron que se abandonaran ciertos hábitos saludables que causan los desequilibrios en la alimentación que cada vez son más comunes.
Cuando se combinan los alimentos funcionales con una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable, crecen las posibilidades de un mejoramiento en la salud y de la prevención de ciertas enfermedades.
Esto es muy importante porque de otra manera, sería imposible que los alimentos funcionales compensen los hábitos alimenticios que son poco saludables. Además, estos alimentos deben consumirse en las mismas cantidades en las que se suelen consumir el resto de los alimentos.
Por último, es cierto que son muchos los beneficios que aportan los alimentos funcionales, más no hay que olvidar que una ingesta excesiva de ciertos nutrientes puede traer como consecuencia problemas que comprometen la salud.
Actualmente, existen muchos productos que están enriquecidos y que se deben elegir de forma inteligente, ya que el no poner la atención suficiente podría acabar en una situación de sobreconsumo.
Autor: Eulimar Santos