19 de septiembre 2020
¿Cómo hacer aportes para lograr un mundo más ecológico?
La mayor cantidad de contaminación se produce a partir de actividades humanas que tienen su origen en procesos industriales agrícolas o debido a grandes empresas e instituciones. También es cierto que las acciones de ciudadanos corrientes tienen un impacto importante en el medio ambiente, de hecho cambiando ciertos hábitos diarios en nuestra propia casa conseguimos reducir nuestro impacto en el medio ambiente.
La calidad del aire en las ciudades ha sido mala durante siglos. Por ejemplo, en la década de 1950, la quema industrial de carbón creó una nube de humo que envolvió Londres y se cobró miles de vidas. Desde entonces, se ha logrado la purificación del aire que respiran los londinenses, pero la capital británica sigue siendo una de las ciudades más contaminadas de Europa.
Por otro lado, en 2016, la Organización Mundial de la Salud anunció que San Salvador, Santiago, Bogotá y Lima son las capitales más contaminadas de América Latina, y su índice de material particulado es muy superior al recomendado.
¿Qué podemos hacer entonces para lograr un mundo más ecológico?
Consumo responsable, reducir, reutilizar y reciclar, que puede afectar desde la alimentación (reducir, por ejemplo, la ingesta de carne) al transporte (promover el uso de la bicicleta y del transporte público como formas de movilidad sostenible), pasando por la limpieza (evitar sustancias contaminantes), la calefacción e iluminación (cambiar los bombillos corrientes por las de bajo consumo o por las LED) como también la planificación familiar.
Comercio justo, que implica producir y comprar productos con garantía de que han sido obtenidos con procedimientos, respetuosos con el medio ambiente y con las personas y que ha dado lugar a campañas como “Ropa limpia”, centrada en el comercio textil o “Juega limpio”.
Este mismo principio también debe aplicarse en la práctica del turismo, ver turismo sostenible que el beneficio obtenido y poseer el dinero sea consecuencia por una actividad orientada al bien común y sea bien distribuido entre quienes intervienen a su realización.
Ahorra energía en casa, la factura de energía de casi todos los hogares está aumentando en todo el mundo, por ejemplo, en el Reino Unido, la factura energética casi se ha duplicado en diez años. Una forma eficaz de controlar los gastos es instalar "medidores inteligentes" que estén programados digitalmente para enviar registros más precisos a las empresas de generación de energía.
Sin embargo, existen otros métodos que pueden ahorrarle mucho dinero y, con el tiempo, los ahorros pueden ser sustanciales. Puede comparar los precios de los proveedores de energía y asegurarse de que sus dispositivos electrónicos no estén siempre en espera.
En ocasiones surgen dudas acerca de la efectividad que pueden tener los comportamientos individuales, los pequeños cambios en nuestras costumbres, en nuestros estilos de vida, esto puede favorecer los problemas de agotamiento y destrucción de los recursos energéticos, materiales y de degradación del medio.
Un ahorro energético por muy pequeño que sea, al multiplicarlo por los muchos millones de personas en el mundo que realizan dicho ahorro, éste llega a representar cantidades ingentes de energía, con su consiguiente reducción de la contaminación ambiental.
El futuro dependerá en gran medida del estilo de vida que sigamos y, aunque la gente a menudo intenta imponerlo, no debemos subestimar la capacidad de los consumidores para cambiarlo. La participación de la sociedad civil es un elemento importante para lograr el desarrollo sostenible.
Autor: Bárbara Machado