19 de octubre de 2020
Kiwi
El kiwi, una fruta originaria de China, cada vez está más presente en los supermercados, restaurantes, dietas y postres, gracias a sus numerosos nutrientes.
Este fruto es de forma ovoide, su tamaño puede variar y está recubierto de una fina piel algo vellosa de color marrón, su pulpa por dentro es de color verde de diferentes tonalidades dependiendo de la variedad que sea, es tierna, jugosa y posee un sabor agridulce muy agradable. Además, tiene pequeñas semillas de color negro, estas son comestibles.
Es una planta que tiene su origen en China, y aunque ahora es bastante común en todos los supermercados, no siempre ha sido de esa forma. Lleva muchísimos siglos siendo cultivada en China pero no es hasta los principios del siglo XX, en el año 1904, que el Kiwi llega a las costas de Nueva Zelanda.
Según la historia, fue la neozelandesa Isabel Fraser quien luego de uno de sus viajes, se llevó algunas semillas de kiwi al retornar a casa.
Así que tenemos que la expansión del kiwi se dio debido a Nueva Zelanda, este país implementó una muy buena política de promoción comercial que estaba dirigida a consolidar el origen entre lo que son los consumidores a nivel mundial.
En el mundo, anualmente se producen más de 4 millones de toneladas de kiwi, China se encuentra como el principal productor con una cantidad de 2.390.287 toneladas al año. Después se encuentra Italia con 523.595 toneladas, y le siguen países como Nueva Zelanda, Chile, Irán y Grecia.
Nueva Zelanda se posiciona como el país que lidera las exportaciones a nivel global, seguido por Chile, Italia y Grecia. Entre los principales importadores destacan China, Japón, Alemania, Bélgica, España y Francia.
Hay más de 400 tipos de kiwis, el llamado Hayward es el que lidera el mercado, aunque actualmente el kiwi gold está ganando muchos clientes en el mercado, en su exterior es bastante parecido al kiwi verde, pero su pulpa es de color amarillo, su sabor es dulce y su aroma se parece a una mezcla entre mango y melón.
Curiosamente, el nombre del kiwi ha pasado por distintas fases, al principio, su nombre original en China era yang tao, al llegar las semillas a Nueva Zelanda se llamaron grosellas chinas, en 1959 se le dio el nombre de kiwi homenajeando al pájaro nacional de Nueva Zelanda, ambos son marrones, peludos y pequeños.
En cuanto al valor nutricional de los kiwis, por cada 100 g aportan: 61 calorías, 0,5 g de grasas totales, 0 mg de colesterol, 3 mg de sodio, 312 mg de potasio, 15 g de hidratos de carbono y 1,1 g de proteínas.
El kiwi es muy complejo, contiene vitamina C, vitamina E y bastante vitamina A, pocas calorías, y respecto a sales minerales, tiene potasio casi en igual cantidad que el plátano, adicionalmente posee magnesio, fósforo, cromo, ácido fólico y fibra dietética.
A las personas diabéticas, alérgicas, personas fumadoras, embarazadas, menopáusicas y a los ancianos se les recomienda grandemente consumir kiwis. El kiwi además posee grandes beneficios para la salud, es un gran aliado para prevenir el estreñimiento, evita la indigestión, los gases y la gastritis.
Al ser rico en antioxidantes y vitamina C ayuda a absorber el hierro, un solo kiwi es capaz de aportar más del 80% de la vitamina C que el cuerpo necesita. Ayuda al sistema inmunitario gracias a su gran cantidad de ácido fólico.
Colabora para una mejora en la circulación de la sangre, el estado general de las arterias, ayudan a evitar trombosis, derrames cerebrales e infartos. El kiwi y su fibra también disminuyen los niveles de colesterol.
El kiwi se puede consumir solo, pelado o con la piel, se puede preparar en mermeladas, en ensaladas acompañado con aguacate, batidos con plátano y espinaca, como gelatina, entre otros. El límite es la imaginación.
Autor: Eulimar Santos