28 de setiembre
Girasol
Las semillas de girasol son el fruto seco más consumido en España a lo largo de los años. Además, en otros países, este delicioso producto es desconocido y no está en el mercado. Suelen llamarse pipas, y son uno de los bocadillos en las tardes de cine y partidos de fútbol, casi siempre acompañados de cerveza.
En el continente americano, el cultivo de plantas de girasol comienza alrededor del año 1000 a. C., pero algunos autores creen que el registro de la planta está cerca del 2600 a. C., principalmente en culturas indígenas americanas superiores, como los Aztecas, los Mayas e incluso los Incas en América del Sur.
Las propiedades entre las semillas de girasol está su contenido de calcio, esto ayudará al cuerpo humano a desempeñar un papel en el mantenimiento del sistema esquelético humano y las actividades funcionales. Así como en actividades relacionadas con los músculos, enzimas, hormonas y oxígeno. En cuanto a su contenido de hierro, ayuda a producir glóbulos rojos, puede ayudar al cuerpo a transportar oxígeno y es beneficioso para las mujeres embarazadas y en crecimiento.
En cuanto al contenido de zinc en las semillas de girasol, podemos señalar que este mineral es muy importante para el cuerpo humano porque está relacionado con muchas enzimas que realizan diversas funciones en el cuerpo humano, incluyendo el sistema esquelético, los tejidos orgánicos, la piel e incluso la próstata.
En cuanto al magnesio, está relacionado con el mantenimiento del sistema esquelético. Otra propiedad es el potasio, este mineral produce resistencia a los tejidos musculares, para que no se fatiguen, y en ellos se produzcan contracciones musculares, realizando así las funciones básicas del cuerpo humano en el organismo, lo cual está relacionado con el cuidado del sistema nervioso.
En cuanto al fósforo que contienen las semillas de girasol, se puede destacar que se utiliza para la composición de los huesos y reducir su volumen, por lo que son de gran utilidad para el tratamiento de la osteoporosis.
Si hablamos de su calidad vitamínica, podemos señalar que contiene vitamina B1 que está involucrada en el metabolismo de los carbohidratos, mientras que el contenido de vitamina C funge como antioxidante del cuerpo, haciendo frente a los radicales libres y fortalece el sistema inmunológico.
La vitamina E presente en las semillas de girasol, funcionan como un elemento que le da mantenimiento a la piel, combatiendo de igual forma a radicales libres, previene la aparición de arrugas, estimula el cuidado de los folículos capilares y el cuero cabelludo.
En cuanto a la proteína que aportan las semillas de girasol, podemos señalar que entre todas las semillas, estas nos aportan la mayor cantidad de proteína. Las semillas también son muy buenas en el aporte de fibra al cuerpo humano y en el contenido de sustancias grasas, por lo que las semillas de girasol son muy útiles para elaborar aceites.
Las grasas que aportan son saludables y ricas en fibra. Hay que decir que son ricos en calorías, por lo que se recomienda consumirlos con moderación sin añadir sal para evitar una ingesta elevada de sodio.
La semilla de girasol es también una especie de nuez con mayor contenido de triptófano y el triptófano es una especie de nuez, el aminoácido nos permite producir serotonina (una hormona relacionada con la felicidad), y también nos ayuda a regular las emociones.
Además, son un ingrediente muy delicioso y versátil, podemos agregarlos a cualquier tipo de recetas.
Igualmente, una persona puede ser alérgica a los ingredientes de este alimento y no puede consumirlo, por lo que se deben tomar precauciones con todos los productos que contengan este alimento. Puede suceder que exceder su consumo conlleva un aumento del contenido de ciertos minerales, que desencadenará una reacción alérgica, como el fósforo o el selenio, y un aumento de selenio en la piel, el cabello, las uñas e incluso la piel puede causar problemas renales. Por ello, nuevamente se les invita a consumir este alimento de manera moderada.
Autor: Bárbara Machado