29 de septiembre 2020
Colza
La colza es una planta oleaginosa de invierno que forma parte de la familia de las crucíferas, las dos especies cultivadas como colza son Brassica napus ssp oleifera y Brassica campestris.El origen de este cultivo parece haber ocurrido en Asia Menor. Posteriormente, este tipo de cultivo se llevó a cabo en toda la zona mediterránea, y los griegos y romanos cultivaban esta planta como alimento y medicina.
El nombre de canola significa la contracción del ácido oleico bajo en Canadá. Las nuevas variedades de colza tienen las cualidades de producir aceite con bajo contenido en ácido erúcico y subproductos de extracción con bajo contenido en glucosinolatos. El ácido erúcico limita el uso del aceite para el consumo humano y los glucosinolatos en los subproductos afectan la palatabilidad y digestibilidad de la harina.
La colza es un cultivo oleaginoso tradicional en muchos países europeos, como Francia, Alemania, Reino Unido y Polonia. Los productores iniciales son Canadá, China e India.
Es un cultivo muy extendido en todo el mundo y el cuarto cultivo oleaginoso de importancia económica mundial, esto por las ventajas que aporta su aceite, el principal productor y exportador de este cultivo es Canadá y los mercados con mayor demanda de aceite son las economías desarrolladas con mayor nivel económico y cultural, pues con la difusión de las ventajas de las dietas bajas en ácidos grasos saturados, el aceite de colza y otros son más aceptados.
Debido a la demanda de la industria del biodiésel y al aumento del precio, el cultivo de colza es de gran importancia. El aceite de colza es una materia prima que preocupa a la industria, lo que ha provocado un aumento de la superficie sembrada de semillas oleaginosas. Además del aceite, la colza se utiliza para obtener harina y piensos para consumo humano.
Durante muchos años, la colza se ha considerado un cultivo marginal, con un rendimiento medio de unos 1500 kg / ha. Sin embargo, los rendimientos han aumentado significativamente en las últimas temporadas, principalmente debido a la siembra de nuevas variedades e híbridos y al uso de técnicas de cultivo más específicas.
Al igual que el aceite de girasol, el alto valor del aceite de colza radica en la calidad del aceite comestible que produce. La calidad es muy estable y tiene un bajo contenido de ácidos grasos saturados (aceite vegetal mínimo: 6%). También hay harina como subproducto de la alimentación animal. Muy bueno, alto contenido proteico.
Como cualquier aceite vegetal, el aceite de colza proporciona principalmente grasa. El que se encuentra en grandes cantidades es el ácido erúcico, cuya cantidad puede ser perjudicial para la salud. Para eliminar la mayor parte de este ácido, el aceite de colza se somete a una serie de tratamientos, por lo que la cantidad detectable no es peligrosa para la salud. Aun así, se utilizan diferentes tipos de colza, y de las semillas de colza seleccionadas se obtiene el aceite de canola.
Su contenido en grasas lo convierte en un aceite con propiedades saludables para el corazón. Como otros aceites, aporta vitamina E, que es un poderoso antioxidante que ayuda a mantener el aceite en buenas condiciones para que no se oxide. El aceite de canola se puede utilizar para cocinar y condimentar; debido a que tiene un sabor muy neutro, no cambiará el sabor final del plato. Además, es muy estable.
Se consume en muchos países europeos, pero es difícil encontrar una botella de aceite de colza en España. Sin embargo, dado que se puede utilizar en el proceso de producción, lo podemos encontrar en diferentes alimentos precocinados y procesados.
El aceite de colza no supone ningún daño para el consumo humano, al contrario, tiene muchas características y es apto para cocinar y condimentar.
Autor: Bárbara Machado