29 de septiembre 2020
Almendras
Las almendras son de color blanco brillante y cubiertas con una capa de color marrón rojizo. Se consume en forma de frutos secos, fritos, y también produce productos muy conocidos como el turrón y el mazapán. Estas aportan mucha energía, proteína, minerales, vitaminas y fibra.
Las almendras dulces son almendras que se suelen consumir en forma de frutos secos, fritos o salados. Se utilizan como materia prima para la elaboración de turrones y mazapán, grageas, pasteles, chocolate, helados y diversos platos y condimentos. Además, las almendras recubiertas de azúcar, almíbar o miel son muy buenas y a menudo se las llama almendras caramelizadas.
También produce otros productos derivados de la almendra como harina, nata, horchata y leche. Las almendras amargas no se comen como frutos secos, pero de ellas se puede obtener aceite o sabor, y se utilizan como condimentos en muchos platos.
El origen de las almendras es Asia Central, y España es actualmente el segundo mayor productor, representando el 15% de la producción mundial, que es de alrededor de 1.268 millones de toneladas.
El cultivo de almendras es originario de las cálidas regiones desérticas de Asia Central. Luego fue a Europa, especialmente a Grecia y Roma. Los romanos lo difundieron por Europa y de aquí a Estados Unidos. Los principales países productores son USA, España, Italia e Irán.
La almendra es uno de los frutos secos con alto contenido en fibra, y su saciedad ayuda a controlar el apetito. Regula el colesterol, promueve el crecimiento y su ingesta de carbohidratos puede resistir la fatiga. Fortalece las arterias con aminoácidos y ácidos grasos y combate la anemia con hierro.
Su alto contenido en fósforo y magnesio ayuda a fortalecer los dientes y los huesos. El zinc en las almendras puede mejorar la función del sistema inmunológico.
Como la mayoría de los frutos secos, las almendras nos ayudarán a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas. En este sentido, las almendras juegan un papel indispensable en la salud de nuestro corazón.
Nos ayudarán a bajar los niveles de colesterol LDL, también conocido como "colesterol malo". Por el contrario, comer almendras nos ayudará a aumentar el nivel de colesterol HDL, que es "bueno".
Mejora la salud intestinal. Por sus propiedades prebióticas, mejoran la salud digestiva al incrementar el nivel de bacterias intestinales beneficiosas.
La investigación científica muestra que comer almendras está relacionado con niveles más bajos de azúcar en sangre después de las comidas.
El consumo de almendras también está relacionado con la reducción del daño oxidativo, debido al alto contenido de antioxidantes (vitamina E y fenólico) de los frutos secos.
Las almendras también son buenas a nivel cognitivo, porque muchos estudios han demostrado que las almendras tienen la capacidad de mejorar la memoria y el aprendizaje debido a su aporte a la vitamina E y al zinc. Son ricas en calcio y fósforo, lo que nos ayudará a mantener nuestra estructura ósea en óptimas condiciones.
Aunque sus calorías son importantes, las almendras también pueden ayudarnos a adelgazar debido a su alto contenido en grasas. La razón de esto es porque tienen la capacidad de acelerar el metabolismo y porque pueden reemplazar otros bocadillos con más calorías.
Las almendras son frutos secos que aportan más fibra, lo que las convierte en un alimento ideal para combatir el estreñimiento.
Por el destacado aporte de ácido fólico, contribuyen al correcto desarrollo del feto, y el ácido fólico es una vitamina con la capacidad de reducir los defectos graves del tubo neural.
Las almendras son un alimento rico en tirosina, que es un aminoácido clave en la producción de dopamina. Esta hormona, también conocida como "hormona de la felicidad", es un neurotransmisor que transmite señales entre neuronas y controla las respuestas mentales y emocionales, por lo que se encuentra en la felicidad, la motivación o la atención.
Autor: Bárbara Machado