5 de octubre 2020
Patilla o Sandía
La sandía es una fruta de gran tamaño, más o menos esférica, que se suele comer cruda como postre, su pulpa es de color rojizo o amarillo claro y tiene un sabor dulce. Este es un alimento muy refrescante que casi no aporta calorías al cuerpo humano, y además aporta algunas vitaminas y minerales.
Las sandías comenzaron a cultivarse en África y desde allí se extendieron por Europa, Oriente Medio e India. Más tarde llegó a China y Estados Unidos. Actualmente, se cultiva principalmente en Asia, aunque África, Europa y América del Norte también tienen una excelente producción.
Hay dos hipótesis sobre el origen de la sandía. La primera es que proviene de una población silvestre en África, mientras que otros investigadores señalaron que es una especie nativa de las Cucurbitáceas que crece en el Valle del Nilo.
Es muy probable que empiece a crecer en África, y desde allí se extienda al Mediterráneo, Oriente Medio e India. Hasta el siglo XVI, había pocos registros de esta especie, pero desde entonces se ha popularizado. La sandía llegó a los Estados Unidos bajo la conquista del Nuevo Mundo.
Actualmente, Asia es el principal continente productor de sandías, representando más del 80% de la producción mundial. África, Europa y América del Norte tienen una producción similar, alrededor de 3-4 millones de toneladas por año.
La patilla no contiene grasas, sodio ni calorías, basta con mirar el atractivo color rojo para saber que contiene altos niveles de antioxidantes, es ideal para prevenir el envejecimiento y mantener nuestros tejidos en su mejor estado.
También conocida como sandía, esta reúne los aspectos positivos de la salud al estar compuesto en un 90% de agua, es muy jugoso e ideal para comer en temporadas cálidas o climas tropicales.
Contiene licopeno, que es un antioxidante reconocido para prevenir enfermedades cardíacas. Además, también puede combatir otras enfermedades, como el cáncer de próstata. Su alto contenido en fibra es muy adecuado para eliminar elementos tóxicos del cuerpo humano y limpiar los intestinos.
Para quienes tienen que reducir las dietas calóricas, esta es la fruta ideal porque solo hay 20 calorías por cada 100 gramos. Esta fruta refrescante contiene más vitaminas que la naranja, como A, E, B1, B6 y vitamina C, que ayuda a formar colágeno, manteniendo así la piel joven.
Es una excelente fuente de β-caroteno, que se convierte en vitamina A en el cuerpo. Esta vitamina ayuda a producir pigmento en la retina del ojo y previene la degeneración macular relacionada con la edad. También contiene vitamina C, que es un antioxidante que puede reducir el riesgo de cataratas.
Su jugo mineral es beneficioso para las personas con fiebre porque aporta nutrientes a la vez que refresca.
Es importante no consumirlo inmediatamente después de una comida, ya que diluye el jugo gástrico y ralentiza la digestión. Pero se puede consumir como parte del desayuno o como merienda.
La sandía generalmente se come cruda, cortada en rodajas finas o incluso como gránulos. También se puede utilizar para hacer sorbetes, mermeladas y confituras. En Rusia, usan jugo de sandía para hacer vinos muy populares. La corteza a veces se conserva en vinagre o se utiliza como alimento para el ganado en las zonas rurales y también las semillas se comen en algunas zonas tostadas y saladas.
Autor: Bárbara Machado